Los rebautizados como PHOENIX RISING presentaban su disco de debut, MMXII, en la sala madrileña Rockitchen.
Era la primera vez que tenía oportunidad de disfrutar del grupo como cabeza de cartel, pudiendo desplegar toda su fuerza sin cortapisas. La verdad es que tenía verdaderas ganas, más teniendo en cuenta el grandísimo trabajo que han realizado en MMXII.
Tras la intro “Tenebris revelantur”, que también abre el trabajo, saltaron al escenario los componentes de PHOENIX RISING: Miguel González (voz y guitarra), Daniel Martínez (guitarra y coros), Sergio Martínez (bajo), Jesús Martín (teclados) e Iván “la máquina” Méndez (batería). Además contaban con la colaboración de Ana Victoria apoyando al combo con sus coros.
“Agoraphobia” y “La profecía” fueron los temas con los que arrancaron, para enlazar con “El viejo código”, de su anterior trabajo bajo el nombre de QUINTA ENMIENDA. Fue a partir de este tema cuando se deshicieron de los nervios que durante los primeros compases parecían tenerles un poco agarrotados, con Dani mostrando en el solo de guitarra que se encuentra en un gran estado de forma. El guitarrista no paró en toda la noche, compartiendo los solos con Miguel y apoyando con sus coros para dotar a los temas de más brillantez.
Para “Noche eterna” contaron con la colaboración de una de las voces con más futuro de nuestro metal, Alberto Scarlatta (AURA ETERNA) y donde Jesús Martín tomó protagonismo con su teclado.
Con la música de Star Wars como intro, Iván nos ofreció un intenso solo de batería, tras el cual saltó de nuevo el resto del grupo, esta vez acompañados de Pedro Quirico y su violín. Con ciertos problemas de sonido al inicio con el violín atacaron “Rabia y dolor”, tema duro y rápido que suena brillante con el acompañamiento de Pedro Quirico. Pudimos disfrutar también de unas compenetradas dobles guitarras de Miguel y Dani.
Vuelta al pasado con “Desde el infierno”, dotada de unos cambios de ritmo realmente sensacionales y en la que el grupo se mostró muy cómodo. Cierto es que con los temas antiguos se notaba al grupo más relajado, atacando con más tensión los de nueva hornada, quizá aún faltos de rodaje.
Para la balada “El cielo y la tierra” contaron de nuevo con la colaboración del violín de Pedro Quirico y la voz como solista de Ana Victoria junto a Miguel.
La tremenda pegada de Iván (qué futuro tiene este batería!!!!) daba entrada a la sensacional “Oscuro amanecer”, con la base rítmica a mil por hora y con un sonido más crudo que en disco. Buen solo de Miguel y gran cambio de ritmo para que en la parte lenta Sergio marcara el tiempo con su bajo, para luego arrancar de nuevo con una entrada de batería de Iván que quita el hipo.
“Éxodo” daba paso a “Almas errantes”, uno de los mejores momentos de la noche, con una épica parte central y bañada de solos en los cuales se iban alternando las dos guitarras y el teclado. Realmente espectacular.
Nos estábamos acercando al final y llegó el turno de esa maravilla que es la extensa “Era de luz”. Para este tema contaron de nuevo con la colaboración de lujo de Alberto Scarlatta. Además tenían prevista la presencia de otro invitado especial que falló a última hora. La verdad es que no se le echó de menos para nada. A este tema no le falta ningún elemento; ritmo trepidante, guitarras afiladas, cambios de ritmo, parte lenta y voces y coros épicos/hímnicos sin descanso, con la banda dándolo todo y disfrutando junto a su público, que no dejó de apoyar con sus voces a lo largo del tema.
Para los bises se reservaron “Prisionero” y su ya imprescindible “Dulce prisión”, de su anterior etapa.
Gran colofón a un muy buen concierto de una banda que va a más y que tras la edición de MMXII parece no tener techo, apuntando claramente a los puestos más altos del metal cantado en castellano, así como con un gran potencial para traspasar nuestras fronteras. No olvidemos que el álbum ha sido grabado también en versión inglesa y que ha sido editado por una compañía alemana.
Texto: Alberto Yayo Fotos: Marciaaaaal