Resulta complicado resumir la mágica noche que pudimos vivir el pasado día 26 de abril en Madrid. En la madrileña sala Cats se dieron cita casi una veintena de músicos del más alto nivel para rendir tributo al maestro Ronnie J. Dio.
Pero vayamos por partes. Los encargados de abrir la noche eran RAINBOW IN THE BLACK, el celebrado grupo tributo al legado de DIO, capitaneado por Gabi Boente. Junto a él saltaron al escenario Juan Antonio Maestre (teclado), Luis Calzada (guitarra), Juan Pascual (bajo) y Matías Navarro (batería).
“Kill the king” y “Man on the silver mountain” fueron las elegidas para arrancar un vibrante concierto. Con Gabi Boente como protagonista, imbuido por el espíritu del maestro y mimetizado en la figura de éste, atacaban “Children of the sea”, en la que Luis Calzada bordó el solo que popularizó en su día Tony Iommi. Los cinco músicos, ataviados todos de negro, siguieron con otro clásico de BLACK SABBATH, “Mob rules”.
En “Don´t talk the strangers”, Gabi dio rienda suelta a la espectacular teatralidad que aporta a la hora de meterse en la piel del pequeño elfo. Tras presentar al resto del grupo, los ritmos árabes de “Gates of Babylon” se hicieron los dueños del escenario. “Tarot woman” fue la elegida para cerrar esta primera parte de la fiesta. Sinceramente, ya sólo por disfrutar del maravilloso concierto de RAINBOW IN THE BLACK merecía la pena haberse acercado a la sala Cats esa noche.
Pero lo mejor estaba por llegar. La DIO TRIBUTE BAND contó con la participación de 18 músicos a lo largo de las casi tres horas que estuvieron sobre el escenario.
Los primeros en tomar las tablas fueron Gabi Boente (voz), Tony Hernando (guitarra), Josele Megía (bajo), Pavel Mora (teclado) y Andy C (batería), y fueron los encargados de empezar el repaso al primer disco en solitario de DIO, Holy diver. Sonaron “Stand up and shout” y “Straight through the heart”, con un entregadísimo Tony Hernando como protagonista.
Para cantar “Holy diver” y “Shame on the night” saltó al escenario Manuel Escudero, que aún teniendo un compromiso con MEDINA AZAHARA prefirió no perderse esta mágica noche. Espectacular su aportación.
La actuación de la DIO TRIBUTE BAND se estructuró por discos, basándose fundamentalmente en la carrera en solitario del homenajeado. En función del álbum al que perteneciera cada tema, se proyectaba en el telón de fondo la portada del disco en cuestión.
Tocaba el turno a Sacred heart. Ignacio Prieto, cantante de EDEN LOST, no paró ni un segundo sobre el escenario mientras sonaba “King of Rock and Roll” y “Hungry for heaven”. Para esta última, tomó las baquetas el legendario José Martos.
Paso atrás en el tiempo para recordar The last in line. Gabi Boente volvía al escenario para “The last in line”, “One night in the city” y “Evil eyes”, enarbolando el característico signo de cuernos que inmortalizó DIO.
Nuevo cambio sobre el escenario. Ronnie Romero se encargaría de la voz y Matt de Vallejo de la batería en “Night people” y “Sunset superman”, de Dream evil. Espectacular Matt rompiendo con furia los parches de su instrumento.
Los mismos músicos se encargaron de “Wild one”, de Lock up the wolves, donde Tony Hernando nos volvió a regalar un espectacular solo.
Strange highways, uno de los discos más infravalorados de DIO, también tuvo su recuerdo con “Jesús, Mary and the holy ghost” y la cadenciosa “Strange highways”. Para ellas volvimos a contar con Gabi Boente a la voz, uno de los grandes protagonistas de la noche.
Para terminar con el repaso a la etapa en solitario del genio Ronald James Padovana, sonó la canción que da título a Killing the dragon, para la que prestó su voz Ronnie Romero, dejándonos otra espectacular interpretación.
Tan sólo Angry machines, Magica y Master of the moon se quedaron sin representación, pero es imposible concentrar en una sola noche el inmenso legado que nos dejó el homenajeado.
Un breve descanso y vuelta al escenario de Gabi Boente y José Martos para “Heaven and hell”, uno de los temas estrella de la noche, en el que un espectacular y entregadísimo Tony Hernando nos regaló un soberbio solo en el que decidió no ceñirse estrictamente al original de Iommi, dando rienda suelta a su particular estilo de tocar.
Era el momento para que el organizador del evento, Tony Hernando, dedicara unas palabras de agradecimiento a todos los presentes y especialmente a todos los músicos, que de manera totalmente altruista estaban aportando su arte para que la noche estuviera siendo perfecta.
Leo Jiménez tenía que haber sido la voz en “Neon nights”, pero una inoportuna laringitis impidió que así pudiera ser. Para sustituirle pudimos disfrutar de Ronnie Romero y Manuel Escudero, que se marcaron un espectacular dueto.
Esa máquina de precisión que es Andy C volvió a hacerse cargo de las baquetas en “Rainbow in the dark”, para la que se encargó de poner voz Manuel Escudero.
A pesar de su enfermedad, Leo Jiménez no quiso dejar de aportar su granito de arena al lado de su gran amigo Tony Hernando. Así que subió al escenario a cantar unas estrofas de “Rainbow eyes”, con su maltrecha voz acompañada únicamente por la guitarra de Tony.
Tras los miles de cambios que se habían ido sucediendo a lo largo de toda la noche, quedaban ahora sobre el escenario Tete Novoa, Niko del Hierro, Tony Hernando y Andy C, los cuatro miembros de SARATOGA. Ellos eran los encargados de interpretar de forma arrolladora “We rock”.
La noche llegaba a su final y Tony Hernando nos había reservado una última sorpresa: “Stars”. Para esta traca final subían al escenario Sergio Martínez (bajo), Matt de Vallejo (batería) y Pavel Mora (teclados). Por supuesto Tony Hernando seguía capitaneando al grupo, y para las voces aparecieron nada más y nada menos que Gabi Boente, Manuel Escudero, Ronnie Romero y Tete Novoa. En el solo se fueron solapando, de manera espectacular y manteniendo un gran sonido, las guitarras de Tony Hernando, Antonio Pino, Luis Calzada, David Villareal y Marcos Nieto. Simple y llanamente, no tengo calificativo para describir lo vivido en esos últimos momentos del concierto.
Con “Long live Rock & Roll” de fondo, todos los músicos se despedían sobre el escenario de un público que salía mucho más que satisfecho de la sala Cats, después de casi tres horas de concierto.
Noche inolvidable y, por desgracia, me temo que irrepetible, ya que volver a juntar a semejante elenco de músicos sobre el escenario no es algo que se pueda hacer todos los días.
Mi más sincera felicitación a Tony Hernando, organizador de este Concierto Tributo a DIO y a todos los músicos participantes. Con su esfuerzo, dedicación y honestidad han demostrado que aquí también se pueden montar veladas que queden grabadas a fuego en la memoria de la gente y escritas con letras de oro en la historia de nuestra música.
Texto. Alberto Yayo Fotos: Marciaaaaal