En poco más de diez días hemos tenido la ocasión de disfrutar en Madrid de 2 de las grandes formaciones clásicas del heavy metal.

Si primero fue U.D.O. el domingo 13 le tocó el turno a una de las bandas de la NWOBHM que no ha bajado su nivel de excelencia con el paso del tiempo.

Grande el concierto que los británicos SAXON nos ofrecieron (por otra parte como siempre que les he visto). Una vez más nos demostraron por qué son una banda tan longeva y certificaron en directo el buen estado de forma que les llevó a hacer su último disco Call to arms.

A pesar de que que era domingo, que a unos pocos cientos de metros de la sala tocaban ORPHANED LAND y el gran número de conciertos que ha habido en Madrid en lo que llevamos de mes, la sala Heineken presentaba una buena entrada… y es que ¿a quién le importa rascarse el dolorido bolsillo o dormir un poco menos para ir a currar al día siguiente si la razón es SAXON? A mí no desde luego.

Para esta gira los ingleses han remozado su set list. Han incluído 6 temas de su último álbum, han metido otros que hacía tiempo no tocaban y desde luego no faltaron sus grandes clásicos que todo fan de la banda deseamos escuchar en cada visita que nos hacen, y a pesar de que se echaron de menos temas como “Conquistador”, “And the bands played on”, “Suzie hold on”, “Atila the Hun” o “Lionheart” (además de otros muchos, cada uno de los que fuimos seguro que echó de menos algún tema preferido) hicieron un set que dejó contento a todos los que nos dimos cita en la Heineken.

Empezaron el concierto un tanto fríos con “Hammer of the Gods” y “Heavy metal thunder”, aunque rápidamente entraron en juego y empujados por Nibbs Carter empezaron a hacer gala de la maestría y potencia que tienen en directo. Ya con “Never surrender” y “Chasing the bullet” tanto la banda como el público habíamos entrado en calor y el concierto empezó a ser lo que terminaría siendo… un gran concierto.

Durante todo el show SAXON fueron intercalando grandes temas clásicos como “Motorcycle man” con otros más actuales como “Back in 79” o “Mist of Avalon”.

Recuperaron para la ocasión temas como “We will remember” con ese estribillo que todos coreamos con ganas, “Demon Sweeney Todd”, que les quedó de verdad duro y potente o “Rock ‘n’ Roll gipsy” con dedicatoria incluida a todas las chicas que se encontraban en la sala.

No faltaron tampoco temas como “Rock the nations” (también muy coreado por la gente), “Denim and leather” o la versión de Christopher Cross “Ride like the wind”.

A partir de aquí el frenesí fue total.

SAXON sacó toda la artillería y descargaron sin piedad “Wheels of steel”, “Crusader”, “Power and the glory”, “Strong arm of the law”, “747 Stranger in the night” y “Princess of the night” con el que cerraron el concierto después de dos horas justas de actuación que se pasaron en un abrir y cerrar de ojos.

Para terminar destacar a Nigel Glockler, que a pesar de su aspecto endeble y envejecido, dio toda una lección de maestría y potencia desde su elevada batería. El gran Biff Byford una vez más nos demostró que posee una gran voz y aunque a veces se le notaba un poco falto de ganas, a nivel vocal estuvo de diez. Pero el que se llevó la palma fue el gran Nibbs Carter, que a medida que pasa el tiempo va agrandando su figura en el escenario, y no debe ser fácil teniendo al lado a gente como sus compañeros. No paró de animar al respetable y de pasárselo en grande por todo el escenario, además de tocar su bajo de una manera que a mí me hace tenerle ya entre los grandes bajistas del género, ¡un diez para él!

  pelos