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MOTÖRHEAD + ATLAS

Sala La Riviera. 19/12/2010

Gélido final para una fría noche en Madrid. Esta no va a ser una crónica al uso, sino una queja en toda regla. No pienso reseñar un set list olvidable, sino que voy a intentar plasmar lo que un fan, que ha pagado 40,30 euros (41,30 si sacas la entrada en Carrefour) puede haber sentido el domingo por la noche después de ver el esperadísimo concierto de MOTÖRHEAD.

Mal empezamos si el grupo telonero son unos muy profesionales y voluntariosos ATLAS, pero cuyo estilo no tiene nada que ver con el grupo cabeza de cartel. Pagar un pastón cuatro meses antes del concierto, sin que en la entrada se refleje el telonero, es un peligro. Nada más que comentar.

Parece que en los últimos años ha entrado una extraña obsesión por reconocer masivamente el mérito a grupos que no lo obtuvieron cuando realmente se lo merecían y se les otorga ahora que ya no están en su mejor momento, al menos encima de un escenario. Será el cargo de conciencia o bien que quien manda es el marketing.

En 1995 unos pletóricos MOTÖRHEAD se presentaban en Aqualung con su recién estrenado “Sacrifice” delante de no más de 150 personas. Eran todo actitud y entusiasmo. Hoy resulta que La Riviera se queda pequeña ante un grupo que sólo viene a cumplir el expediente. Parece que por el mero hecho de llamarse MÖTORHEAD todo lo que hagan debe catalogarse como excepcional. Pero no debemos ser tan condescendientes.

Hablamos de una banda que siempre se ha caracterizado por ser más estática que un muñeco de futbolín, pero la apatía demostrada el domingo, excepto por el batería Mikkey Dee, resulta hiriente. El antaño ladrido de doberman de Lemmy se ha convertido en el de un chiguagua “cabreao”. Da más risa que miedo.

Si a esto unimos el impresentable sonido de una impresentable sala que no se merece el honor de albergar ningún tipo de concierto, tenemos un resultado final de lo más decepcionante, a no ser que te guste “ver” un concierto con una palmera gigante delante de tus narices. Sigo esperando que algún leñador amante del metal, en un acto de generosidad, nos libre de tan desagradable estorbo.

Por último, me gustaría decirle algo a los cientos de fans salidos de debajo de las piedras que el domingo acampaban en la rivera del Manzanares. No sólo deberíais acudir a las citas con los más publicitados. Existen muchos grupos que se lo curran en las condiciones más adversas para sacar sus proyectos adelante, que incluso ponen su dinero para poder presentarse ante el público por solo 5 euros y que únicamente les permiten cubrir gastos en el mejor de los casos. Estos grupos, de los cuales podríais disfrutar si os tomaseis un mini menos el fin de semana, también merecen vuestro apoyo.

Alberto Yayo