Después de la reciente visita de mis idolatrados IRON MAIDEN a España, no podía dejar pasar la oportunidad de incluir en nuestra nostálgica sección esta entrada.
Mágica noche la que pudimos disfrutar en la añorada sala Canciller de la calle Alcalde López Casero. Los británicos, tras el anuncio de Bruce Dickinson de su decisión de abandonar la banda, se embarcaban en una corta gira de despedida por locales de pequeño aforo.
Ya desde el momento que nos acercamos a los aledaños de la sala se podía disfrutar de un ambiente realmente especial. No era para menos. Tan solo hacía seis meses que habíamos disfrutado de su presencia en Las Ventas, y ahora teníamos la oportunidad de disfrutar de nuestros ídolos en Canciller. Inolvidable.
Alberto Yayo