SOBREDOSIS vuelve tras 27 años de paréntesis discográfico, que no sobre los escenarios, ya que llevan desde 2007 tocando asiduamente.
La banda está formada por los originales Santiago Alonso “Sasa” y Salvador Narváez (bajo), acompañados por Ósckar Bravo (batería), Miguel Ángel P. Sánchez (guitarra) y José Casado (guitarra).
Ángel negro ha sido producido por Ángel Muñoz en los Anhell Studios de Madrid (entre ángeles está el tema).
El disco se abre con “Esclavo”, que es perfecto botón de muestra de lo que nos vamos a encontrar a lo largo de todo el trabajo: Heavy Rock cargado de melodía y con un enriquecedor aire ochentero. Ya en este tema podemos disfrutar de las magníficas melodías de guitarra de Miguel Angel y José.
“Soñaré despierto”, cuyo video se incluye en el disco, podría haber estado incluida perfectamente en Sangre Joven. “Ángel negro” tiene un ritmo más duro, más pesado, pero con un gran estribillo melódico.
El disco camina por esa senda clásica de SOBREDOSIS, aunando melodía y temas macarras como “Último cartucho” o con tintes más metaleros como “Grita”, perfecta para mover al personal en los conciertos.
La carismática voz de Sasa es la protagonista en “Si piensas pagas”, donde aprietan el acelerador y que cuenta con unas sensacionales guitarras. El aire de denuncia de “Siempre igual” está acompañado por un ritmo duro y cadente y “Batalla final” tiene un estribillo realmente emotivo. Del cierre se encarga la festiva instrumental “Días de vino y rosas” cargada de guitarras al más puro estilo hard americano de los 80.
Si me dijeran que sólo han transcurrido un par de años entre Sangre joven y este Ángel negro me lo creería perfectamente. Lo mejor está en que la producción ha sabido dar el toque justo para que, respetando el sabor añejo que se respira en todo el disco, éste suene totalmente actual.
Gran trabajo de una banda que suena compacta, con la sólida base rítmica de Ósckar Bravo y Salva Narváez, y dotada de la seña de identidad que siempre les distinguió del resto, que es la voz de “Sasa”. Magnífico trabajo en las guitarras de Miguel Ángel P. Sánchez y José Casado, que sin tirar de virtuosismos innecesarios llenan de calidad todos los temas.
Ángel negro es un disco a la antigua usanza, que no llega a los 38 minutos de duración y que una vez que acaba te incita a darle otra vez al play. No como esos discos de ahora, en los que se empeñan en llenar los 70 minutos de capacidad del CD y que en algunas ocasiones, a pesar de no estar exentos de calidad, se te hacen interminables.
Una bendición para los oídos de los amantes del Heavy Rock de calidad.
Alberto Yayo