Era reacio a ver la reunión de la formación original del grupo más grande que ha dado el Heavy Metal en este país, pero finalmente acudí a la llamada de la que teóricamente era su despedida en la capital.
La media de edad del personal congregado alrededor del Palacio superaba fácilmente la cuarentena. Poco a poco el personal fue accediendo al local, que inicialmente presentaba un aspecto bastante desangelado, y realmente no fue hasta el quinto o sexto tema cuando empezó a llenarse. Se alcanzó un muy buen aforo a pesar del “módico” precio de la entrada.
Tras ver el trailer de BARON ROJO. LA PELICULA, la banda saltó a las tablas para comenzar con “Son como hormigas”, “Los desertores del Rock”, “El malo” y “Rokero indomable”. El sonido hasta entonces era aceptable, pero a partir de ese momento empezó a empeorar hasta llegar a convertirse en una pesadilla en algunas fases del concierto.
Desde el austero escenario, dotado de una simple pantalla que en algunos momentos la podían haber apagado para ahorrar electricidad, una poco comunicativa banda se dedicaba a descargar sin descanso sus clásicos imperecederos (“Hermano del Rock & Roll”, “Tierra de vándalos”, “El pobre”, “Con botas sucias”, “Larga vida al Rock & Roll”, “Cuerdas de acero”…) junto con otros de relleno y menos inspirados como “Travesía urbana” o “Señor inspector”.
Hay que reconocer que Sherpa se mantuvo bastante fino durante toda la noche, no forzando su voz en ningún momento. Sin embargo, Carlos de Castro sufrió de lo lindo cuando le tocaba cantar, quedando “Chica de la ciudad” o “Incomunicación” realmente deslucidas. Como siempre, al que más se veia disfrutar sobre las tablas era al bueno de Armando de Castro, sensacional toda la velada.
En la recta final del concierto el público se vino arriba con “Barón Rojo”, “Tierra de nadie”, “Caso perdido”, “Resistiré” y especialmente “Hijos de Caín”.
Tres horas de concierto, que en algunos momentos se me hizo realmente aburrido, apto especialmente para aquellos que no disfrutaron de sus descargas en su época dorada. Yo particularmente esperaré otros veintitantos años para volver a ver a la formación original del Barón…les esperaré en el infierno.
Alberto Yayo