Es realmente para mí, confeso seguidor del metal argentino desde hace muchos años, un orgullo poder escribir estas líneas sobre el último largo editado por Imperio: “Latidoamérica”.
El motivo fundamental por el que admiro tanto la música que nos llega desde Argentina es que en ella he encontrado ese sentimiento de lucha, rabia e intransigencia ante la injusticia que muchos de los grupos de fronteras para adentro han ido perdiendo con los años. Esperemos que esta puta crisis consiga que aflore de nuevo la furia de nuestros músicos, como ocurría en los 80. Menos “dragones” y más manifestaciones.
Si existe un personaje inquieto y trabajador en el país hermano ese no es otro que Christian Bertoncelli, que aparte de prestar su voz a Imperio lo hace en Azeroth, Bajel y su banda cabecera Renacer.
Digo lo de prestar su voz porque en este disco toda la composición corre por cuenta del guitarrista Gustavo Gorosito, miembro fundador del grupo y principal compositor durante la inestable carrera del combo argentino.
Esta obra se puede resumir como un trepidante ejercicio de lo que se han empeñado en etiquetar como power metal. Si hay algo que resalta es sin duda la impresionante interpretación de los temas por parte del versátil Bertoncelli, con esa teatralidad que es capaz de imprimirle a cada tema.
A parte de los ya mencionados músicos, tenemos a Pablo Gamarra (ex- Azeroth) a la segunda guitarra, Alejandro Manino al bajo y Hernán Coronel (Bajel) en la batería.
Entrando en el contenido del disco tenemos piezas realmente explosivas como la inicial “Latidoamérica” (toda una declaración de intenciones), esperanzadoras como “Tal vez tu latir” (dedicada a su ex- guitarrista Wan Lee) y “La última arenga” (con la que te dan ganas de levantarte y olvidar toda la mierda que te rodea) o simplemente rockeras como “Rockear hasta morir”.
Punto y aparte es la impresionante “Sigilosa”, donde participa en las voces Javier Barrozo (ex- Lörihen, Magnos), todo un ejercicio de técnica, sentimiento y buen hacer a todos los niveles. Simplemente para disfrutarlo.
No puede faltar una de las la clásicas raciones de sin olvido y sin perdón tan arraigadas en el metal argentino (no sin falta de motivos), materializada en “Volveré”, dedicada a los caídos en la guerra del Atlántico Sur.
De agradecer (por lo menos para mí, apóstata recalcitrante) el alejamiento de esas letras de tinte cristiano que les caracterizaron en sus anteriores entregas, y por supuesto no haber incluido ninguna adormecedora y lacrimosa balada, por lo que la trepidante base rítmica no permite que decaigas un sólo instante durante la escucha de esta sensacional obra.
Como último dato recordar la triste y sorprendente noticia de la marcha de Bertoncelli nada más ser editado el disco. Este ha sido sustituido por Javier Barrozo (sí, el que colabora en “Sigilosa”), de clara escuela Dickinson-Barilari, que es quien está realizando la gira de presentación en directo de “Latidoamérica”. De su trabajo en Magnos procuraremos hacer una reseña en breve, porque realmente merece la pena.
Alberto Yayo