Sala Ritmo & Compás 26/03/2011
Había gran expectación por ver de nuevo a VHÄLDEMAR sobre el escenario. A nivel personal les tengo mucho que agradecer, ya que gracias a ellos acabé con la irracional animadversión que sufría hacia los grupos españoles que cantan en inglés (imagino que sería por mi paupérrimo conocimiento de ese idioma). Después de su concierto teloneando a LOST HORIZON en 2003 me di cuenta de lo equivocado de mi postura.
Para esta noche, ROAR no pudo finalmente acudir a la cita y su puesto fue cubierto por WILD. Los madrileños arrancaron con “Salvaje”, perfecta muestra del camino que sigue este grupo de Heavy Metal al más puro estilo 80.
Continúan con “Nuevo amanecer”, también de su anterior EP Calles de fuego. Desde el primer momento Javier Endara, que salió como una moto, se deja el alma animando al personal y buscando su participación. Javier Pastor y Antonio Marcos se van turnando a la hora de hacer los solos y muestran una gran compenetración.
Todo un detalle la dedicatoria a los ausentes (en el escenario, que no en la sala) ROAR y presentación de “Hijos del rock”, tema nuevo que formará parte de su inminente disco La nueva orden. Puro metal, que sin duda alguna pasará a ser de las indispensables en su setlist.
Vuelven a la carga con su exitoso Calles de fuego, sonando “En el nombre de nadie” con Endara muy activo como maestro de ceremonias. Con el grupo totalmente lanzado, y dando una lección de derroche y actitud, nos ofrecen otro nuevo tema, “Nunca mires a los ojos de la muerte”, donde Javier Pastor nos dejó un gran solo. Gran tema.
Toca el turno a una versión de MANOWAR, “The gods made Heavy Metal”, que da paso al último de los temas nuevos que tuvimos oportunidad de escuchar, “Reina de la noche” el cual mantiene el alto nivel metalero de las anteriores.
“Calles de fuego” nos va acercando al final. La base rítmica compuesta por Sergio Sardón al bajo y Juan Jaramillo a la batería se marca una contundente entrada. Sensacionales durante toda la noche. Me gustaría destacar la labor de Sergio, que a pesar de su juventud demuestra un manejo espectacular de las cuatro cuerdas.
Cierran con su himno “Heavy Metal”, con el público totalmente volcado con el grupo. En definitiva, gran concierto de una joven banda que derrocha energía y con una proyección tremenda. Las tablas irán haciendo que pulan los detalles de inexperiencia que puedan tener. Algo muy importante es que cuentan con un frontman sobrado de fuerza y empaque, dotado de una gran voz. Sin duda crecerá más aún, a medida que vaya dosificando el ímpetu con el que salta al escenario, que en momentos le hace ir demasiado acelerado. Sin duda va a dar muchísimo que hablar.
Ahora a esperar impacientemente La nueva orden.
Desde Barakaldo tomaba el escenario VHÄLDEMAR. La intro con el “Réquiem” de Mozart da paso a “River of blood” de su flamante nuevo trabajo Metal of the world, que enlazan con otra de las nuevas, “Dusty road”. Con un gran sonido desde el primer momento, los vascos salen arrasando todo a su paso, con un descomunal Carlos Escudero a voz, dirigiendo la ceremonia con el pie de micro a modo de bastón de mando. Ya en “Dusty road” Pedro J. Monge nos da una muestra de los tremendos solos que íbamos a disfrutar a lo largo de toda la velada.
“Feelings”, de su primer trabajo Fight to the end, pone la sala patas arriba. Pedro vuelve a dejarnos un solo espectacular. “Bastards” es dedicada a esa parte sucia del negocio musical y a esas compañías discográficas que en vez de ayudar a los grupos a editar su música, se dedican a hundirlos.
Ya desde el mismo principio del concierto la gente estaba totalmente volcada, pero con la brutal “Breaking all the rules” y “Action” la temperatura sube al máximo.
Carlos no para de animar al personal al grito de ¡¡¡A muerte!!! y ataca “Wild hearts” subido en la escalera lateral de la sala. Al final de este tema, Pedro J. Monge se erige como protagonista absoluto y nos deja un solo repleto de técnica, velocidad y feeling, al más puro estilo Malmsteen. Sin lugar a dudas estamos hablando de uno de los mejores guitarristas de este país, y llegará el momento en que se le reconozca ese status.
Siguen cayendo temas sin descanso. “Steam roller” da paso al himno “Metal of the world” que es dirigido por Carlos con su pie de micro. Llega el momento de presentar al resto del grupo; la excepcional base rítmica formada por Oscar Cuadrado al bajo y Alex de Benito a la batería, que dotaron a la banda de un sonido aplastante durante todo el concierto; Aitor López (UNDER SILENCE) a la guitarra, sensacional toda la noche en su apoyo a la guitarra principal; y Pedro J. Monge, que junto con Carlos Escudero se llevó una cerrada ovación.
“Old king´s vision I”, “My nightmare” (con ese sonido puro MANOWAR) y la metalera “Death comes tonight” (dirigida magistralmente por la guitarra de Monge) nos llevan al solo de batería.
La banda se muestra compacta y disfrutando encima del escenario. “Old king´s vision III” convierte al grupo y público en uno solo, y Carlos se baja del escenario para recorrer la sala haciendo cantar al público. Este tío es puro espectáculo, y la banda ha ganado mucho desde la otra vez que tuve oportunidad de verlos, donde compartía la labor de vocalista con la de guitarra.
La veloz “Black beast” y su brutal base rítmica nos llevan al impresionante final del concierto con “I made my own hell” y “Energy”, con el público totalmente rendido a los de Barakaldo. Energía total hasta la última nota.
Sin lugar a dudas, y reafirmado por muchos de los presentes, uno de los mejores conciertos que he podido disfrutar en mucho tiempo. VHÄLDEMAR es un grupo que lo deja todo en el escenario, con un frontman que conecta como pocos con el público, dotado de una grandísima voz.
Me siento un verdadero privilegiado por haber podido disfrutar de esta auténtica dosis de Heavy Metal.
Texto: Alberto Yayo
Fotos: Marciaaaaal