Extenso cartel el que nos prepararon para esta tarde-noche en la madrileña sala Arena (antes Heineken), aunque para mí la verdad los dos primeros grupos carecían de interés alguno, por lo que decidí en consenso con mi amigo y compañero de página que se acercó hasta la sala conmigo quedarnos en los bares cercanos refrescándonos la garganta con unos buenos tercios de Mahou hasta que se acercase la hora de comienzo de la actuación de VICIOUS RUMORS, dado los precios abusivos que se gastan en la mencionada sala.
Así llegamos a una abarrotada Arena cinco minutos antes de que dieran comienzo su actuación los norteamericanos VICIOUS RUMORS.
Nada más salir a escena comprobamos dos cosas. La primera es que Kiyoshi Morgan no estaba encima del escenario y la segunda que el sonido que escupían los amplis era absolutamente desastroso.
Así los tres primeros temas de la mítica banda “Digital dictator”, “Minute to kill” y “Murderball”quedaron completamente deslucidos por el desastre sónico, y esto en un concierto corto como el que nos ofrecieron VICIOUS RUMORS es mucho.
A partir de “Down to the temple” la cosa mejoró y mucho. Ya sí pudimos escuchar un sonido digno de esta gran banda que hasta el momento había mantenido el tipo encima del escenario echándole ganas como si fueran unos recién llegados a esto del heavy metal.
“Let the garden burn”, “Hellraiser” y las archiconocidas “Soldiers of the night” y “Don’t wait for me” fueron el resto de temas que pudimos disfrutar en este, como dije antes, reducido concierto de VICIOUS RUMORS, lo que se me antojó bastante pírrico para una banda de este calibre.
Destacar la actitud de la banda, que le echó ganas de principio a fin y el buen de su gran bajista Stephen Goodwin que dejó a más de uno con la boca abierta y que junto al veterano Larry Howe formó una contundente base rítmica. Brian Allen estuvo en todo momento correcto, animando al personal y terminando su actuación dando una “vuelta” por la sala surfeando por encima de las cabezas del público. El diminuto Thaen Rasmussen, elegido para suplir a Morgan, estuvo brillante en toda la actuación, echándole ganas y ejecutando sus riffs y sus solos con maestría. Geoff Thorpe estuvo magistral con su espectacular guitarra, ejerciendo en todo momento como maestro de ceremonias de la banda y estuvo muy bien en su papel de sustituto.
Notable alto para los estadounidenses a los que la próxima vez esperamos poder verles en mejores condiciones y con su set list completo.
Lo de HAMMERFALL ya fue otra cosa.
Desde su primer tema disfrutaron de un sonido excelente. Los técnicos aquí sí que hicieron su trabajo y pudimos disfrutar de los suecos al 100 % desde el principio.
A pesar del desnudo escenario que pudimos ver, ya que ni siquiera pusieron un telón para tapar la horrible pantalla de vídeo trasera de la sala en la que proyectaron durante el concierto el logo de la banda, HAMMERFALL hicieron un gran concierto sin necesitar de ayudas decorativas. Lejos han quedado ya los shows que los suecos se gastaban en los primeros años de siglo, con producciones mastodónticas y sin reparar en gastos, para centrarse más en su música y en la gran actitud que demostraron en todo el show.
“Patient zero”, “Heeding the call” y “Any means necessary” fueron los 3 primeros temas que interpretó la banda y los que necesitó el bueno de Joacim Cans para calentar su voz. En un principio me temí que las condiciones vocales de Cans no eran las idóneas, pero una vez que calentó sus cuerdas vocales ofreció un gran concierto tanto a nivel vocal como en actitud. Se ha convertido en un gran cantante (con sus limitaciones) y en un gran frontman. Simpático durante todo el concierto y sabiendo en todo momento que hacer encima del escenario… toda una sorpresa.
Después de saludar a la sala y darnos la primera de las simpáticas charlas con las que nos obsequió toda la noche siguieron con “Bang your head”, “Blood bound” y “Let’s get it on”. Aquí HAMMERFALL ya se había metido a todo el público en el bolsillo.
Con “Renegade”, la española “El día de los muertos”, donde estuvieron brillantes y “Riders of the storm” la gente no paró de corear sus estribillos.
Después de otro “discurso” de Joacim, los suecos se dispusieron a repasar sus dos primeros discos con “Steel meets steel”, “Legacy of Kings”, “Let the hammer fall” y “The dragon lies bleeding”, que nos transportaron a sus primeros tiempos cuando ellos empezaban a batirse el cobre por los escenarios europeos y antes de que dieran el salto al éxito que obtuvieron poco después.
Tras un breve descanso volvieron para terminar con “The templar flame”, “One more time” donde volvieron a cantar con todos y la traca final con “Hearts of fire”.
Sobresaliente el concierto que nos ofrecieron, refrendando el buen sabor de boca que dejaron este verano en su actuación en el Sonisphere de Getafe y demostrando que han madurado como músicos y como banda. Joacim Cans estuvo soberbio. Oscar “mente fría” Dronjak y Pontus Norgren hicieron una actuación sobervia, el primero disfrutando del primer al último minuto y el segundo ofreciéndonos una actuación soberbia (todo un descubrimiento), y los dos haciendo junto a Fredrik Larsson unos coros fantásticos. La sección rítmica formada por Larsson y Anders Johansson (que manera de golpear los parches) estuvieron también fantásticos, marcando en todo momento el ritmo a seguir por sus compañeros y aunque en un segundo plano, hicieron un gran concierto.
Al finalizar el concierto creo poder decir sin temor a equivocarme que todos los que estuvimos allí salimos con una gran sonrisa dibujada en la cara y habiendo disfrutado las casi dos horas de actuación de HAMMERFALL. ¡Nos vemos en la próxima!
pelos