Parece ser que ahora está de moda la formación de súper proyectos musicales con músicos bien conocidos y reconocidos en sus filas, como son los casos de Mr. Big (reunidos de nuevo después de muchos años) o a los también americanos Chickenfoot (Sammy Hagar + Joe Satriani + Michael Anthony + Chad Smith). Pues bien, aquí tenemos otro ejemplo.
Con algo de retraso, ya que el trabajo salió a la luz el pasado verano, aquí se nos presenta el primer trabajo de otro de esos súper grupos, que cuenta en sus filas con nada más y nada menos que Glenn Hughes a la voz solista y bajo, Joe Bonamassa a las guitarras (y a la voz solista en alguna canción), Jason Bonham a la batería y Derek Sherinian a las teclas. Y como era de suponer, de esta reunión de magníficos músicos y compositores sólo podía salir algo bueno, y así ha sido. Eso sí, un aviso, aunque podréis encontrar ciertos toques de bandas como Deep Purple, Led Zeppelín y Black Sabbath que se asocian sin remedio a la magnífica voz de Glenn Hughes, aclarar que son sólo similitudes y que aquí encontrarás puro Rock con mayúsculas, muy fresco, moderno y elaborado.
La característica principal de este trabajo es la personalidad que imprime cada uno de sus componentes, que se traduce en una gran variabilidad a la hora de interpretar el Rock en todas y cada una de las canciones. Esto se nota principalmente a nivel de guitarra. La versatilidad de Bonamassa introduce un componente de cambio entre las canciones, mezclando el Blues y el Rock de una forma muy eficaz. También es de ley resaltar el tremendo trabajo rítmico que realizan Glenn Hughes y Jason Bonham al bajo y batería respectivamente y el trabajo envolvente de teclados realizado magistralmente por Derek Sherinian. Todo en conjunto hace que el disco no sea para nada aburrido y que llegues al final sin darte cuenta.
Musicalmente, el álbum comienza con “Black Country”, una canción repleta de fuerza y energía, en la que el bajo, la guitarra y la batería van perfectamente de la mano, dando a la canción un tinte setentero maravilloso.
Seguimos con “One Last Soul”, primera canción que dio a conocer el grupo, y que cambia de dirección hacia unos tintes más melódicos. Una gozada de canción.
“The Great Divide” continúa con el componente melódico y nos muestra una muy emotiva forma de cantar por parte de Glenn Hughes, demostrándonos que su voz sigue estando en perfecto estado después de tantos años en la escena. Los teclados suenan a Rainbow y Jasón Bonham le pega muy duro. Sin duda uno de las clásicos para el futuro.
Con “Down Again” volvemos a los sonidos setenteros de bajo y guitarra perfectamente conjuntados, truncados brevemente por unos coros marca de la casa que vuelven rápidamente a los registros iniciales. El final de la canción es una conjunción muy interesante de guitarra y teclados a la Hammond.
Pasamos a “Beggarman”, con una introducción muy a lo Hendrix seguida de unos riffs muy interesantes que van dando velocidad a la canción.
“Song Of Yesterday” se introduce en terrenos más experimentales, en los que Glenn Hughes y Joe Bonamassa se alternan a las voces imprimiendo potencia y melodía respectivamente de una forma muy eficaz (personalmente, la voz de Joe me suena muchísimo a la del vocalista de los ingleses hard-roqueros Thunder, Danny Bowes). A destacar los más de dos minutos de solo de guitarra. Otro tema que huele a clásico.
Pasamos a una muy roquera “No Time”, en la que cabe destacar una sección instrumental muy a la Zeppelín.
“Medussa” es una versión moderna y brillante de Trapeze, banda en la que militó Glenn Hughes antes de unirse a Deep Purple. Empieza de una forma muy melódica con la emotiva voz de Glenn Hughes que se continúa con unos riffs de guitarra a lo Black Sabbath, que van dando a la canción un toque más oscuro y rápido. Muy buena.
“The Revolution In Me” nos muestra a un Joe Bonamassa a las voces en su mejor versión. La conjunción guitarra-bajo-batería hipnotiza sin remedio al que la escucha, la música fluye y desemboca en un solo de guitarra muy rápido.
“Stand (At The Burning Tree)” es otro ejemplo claro de variedad, en donde se vuelve a intercambiar la melódica voz de Hughes con los riffs roqueros de Bonamassa y donde por fin Derek Sherinian se hace notar con un solo a lo Hammond.
En “Sista Jane” (“Sister Jane”) Joe y Glenn comparten voces de nuevo para crear puro Rock n´Roll, que engancha rápidamente con su estribillo al que lo escucha. Tal vez la canción más pegadiza del disco. Tiene un gran final, con la guitarra y el teclado perfectamente coordinados.
El álbum se cierra de manera magistral con la épica “Too Late For The Sun”, una canción de más de 11 minutos de duración donde Bonamassa y Hughes alternan de nuevo la labor vocal. Sherinian hace un gran labor y junto a Bonamassa realizan un trabajo muy atmosférico y experimental, que se completa con una base rítmica muy brillante.
Para finalizar quiero decir que Black Country Communion ha sido una de las grandes sorpresas del pasado año en cuanto al Hard Rock and Roll se refiere. Estos chicos han sacado al mercado uno de los mejores álbumes debut que recuerdo en mucho, mucho tiempo. La labor musical de sus componentes es muy brillante y la música es potente, refrescante y enérgica. Esto es Rock n´Roll del siglo XXI. Solo espero que el proyecto tenga continuidad y se acompañe de una gira adecuada, cosa que veo muy difícil debido a la cantidad de proyectos en los que están inmersos sus magníficos componentes.
Trayazos:
1. Black Country
2. One Last Soul
3. The Great Divide
4. Down Again
5. Beggarman
6. Song of Yesterday
7. No Time
8. Medusa
9. The Revolution in Me
10. Stand (At the Burning Tree)
11. Sista Jane
12. Too Late For the Sun
Formación:
Glenn Hughes (voz solista y bajo), Joe Bonamassa (guitarras, coros y voz solista), Jason Bonham (batería y coros) y Derek Sherinian (teclados y coros).
Salud y Cuernos!!!!
Marciaaaaal