Archivo de la categoría: Febrero 2011

HYBRIS + ARKGABRIEL

Sala Excalibur 26.02.2011

No pudimos llegar a tiempo para poder ver al grupo madrileño ARKGABRIEL, pero seguro que en breve tendremos oportunidad de ello.

De nuevo se presentaba en Madrid la banda tinerfeña HYBRIS, esta vez en una Sala Excalibur llena hasta la bandera. El “SI BUENO SI NO MAYBE TOUR” nos traía la puesta de largo de su tercera obra, Tras el cristal. Siempre que Pacho Brea y los suyos, ya sea HYBRIS o MEGARA, se deja caer por Madrid suele generar bastante revuelo entre el rockerío capitalino. Esta vez no iba a ser menos.

La fiesta daba comienzo igual que su nuevo disco, con “Amanecer” y “Mi final”, y un Pacho ataviado con corbata y sombrero. Desde este primer momento quedaba claro que jugaban en “casa” y que el público iba a estar volcado con el grupo.

“Tocando el cielo”, de su primer disco Otros mundos, dio paso a “Judas” donde Pacho se muestra en un estado de forma tremendo, interactuando con el personal como ya nos tiene acostumbrados. Vuelta a su último CD con “Instinto”, en la que empezamos a disfrutar de un sonido más decente y comprobamos que Yeray cada vez está más suelto y alcanzando un nivel muy alto.

La emotiva “Ronnie” no sólo fue dedicada a su añorado protagonista, si no a todos los caídos como Phil Lynnot, Gary Moore, Phil Kennemore, etc…

A estas alturas el concierto era una verdadera fiesta. “Marcry”, “Rompecabezas” (con gran solo de Yeray) o la sensacional “Inalcanzable” nos llevan en volandas a uno de los momentos más ansiados por los viejos seguidores de ANKHARA: ver de nuevo unida a la pareja “mágica” sobre un escenario: Pacho Brea y Cecilio Sánchez-Robles.

Con el público cantando a pleno pulmón el estribillo del ya clásico de nuestra música “No mires atrás”, se vuelcan con “Acordes mágicos”. El virtuoso guitarrista nos dejó bien claro que, a pesar de un sonido que le trajo de cabeza desde que pisó el escenario, sigue siendo uno de los más grandes de este país. Momento álgido de la noche.

Con “Volver” Pacho aprovecha para presentarnos al resto de la banda. Aparte del ya mencionado Yeray a las guitarras, que estuvo tremendo toda la noche (¡qué futuro más prometedor el de este joven músico!), tenemos a una contundente y conjuntada base rítmica con Víctor Arrocha (bajo) y Alberto Fuentes (batería). Los omnipresentes teclados corrieron por parte de Marcos Jiménez. Destacar la gran labor de bajista, teclista y guitarrista en el apoyo de coros durante todo el concierto.

Gran acogida para “Bibendum est”, en la que el sonido fue realmente malo, para continuar con “Sueños” y “Mentiroso”.

El fin de fiesta no pudo ser mejor. Nos tenían prepara otra sorpresa. En el escenario aparecía otro de los más grandes que ha dado nuestro metal: Silver Solórzano. En ésta ocasión se marcaron “Por siempre”, la versión de Y&T que MURO popularizó hace ya diez años.

Como remate nos regalaron una versión de “Powerslave”, máscara de plumas incluida, en la que Pacho nos puso los pelos de punta, con una interpretación al alcance sólo de los elegidos. Impresionante.

Gran noche, con momentos realmente inolvidables.

Texto: Alberto Yayo

Fotos: Pelos

ANGRA SALA RITMO Y COMPAS 20/02/2011

Después de cuatro años desde su última visita, ANGRA volvía a pisar un escenario madrileño. Lo hacían ésta vez en la Sala Ritmo y Compás, que si a priori parecía no muy apropiada por su corta capacidad para recibir a una banda como la brasileña, al final fue más que suficiente ante la no muy numerosa respuesta por parte del público de la capital.

Si ya en su última visita en la Sala Copérnico la sala se les quedó grande, en esta ocasión el aspecto tampoco mejoró en lo que se refiere a la afluencia de público y como comentábamos ayer en la propia sala, la próxima ocasión en que ANGRA salga de gira, corremos el riesgo de que no se pasen por una ciudad que parece que cada vez les da más la espalda.

Los brasileños salieron al escenario a las 23:00 horas en punto y después de una corta introducción empezaron su show con “Arising thunder” de su último disco Aqua. Canción rápida, ideal para romper el fuego en un concierto y para ir acomplándose en las tablas. El sonido hasta el tercer tema de la velada fue demencial, con un Edu Falaschi al que no se le oía, a pesar de que se desgañitaba, y donde lo único que sonaban eran las guitarras.

A partir de tercer tema (“Angels cry”) la cosa mejoró bastante sin llegar a conseguir en toda la noche un sonido limpio, al que nos tienen acostumbrados ANGRA, pero que aún así fueron capaces de dar buena muestra de la calidad y maestría que atesoran estos 5 músicos, alcanzando momentos espectaculares en cuanto a la ejecución de los temas.

La actitud que demostraron ésta vez sobre el escenario fue bastante mejor que la de su última visita. Se les veía con muchas más ganas, mucho más sonrientes y con más feeling entre ellos y eso lo supieron transmitir al público que allí nos encontrábamos, al que supieron meterse en el bolsillo claramente.

Creo que es la primera ocasión de las que he visto a los brasileños en la que me han transmitido ese buen rollo, ya que hasta ahora siempre me habían parecido que eran una banda, que si bien en cuanto a lo musical son intachables y no se les puede poner ningún pero, en cuanto a su actitud encima del escenario me habían dejado siempre con un sabor agridulce.

Mención aparte en este sentido merece Edu Falaschi, un tipo que desborda simpatía sobre el escenario y que hace esfuerzos continuamente por comunicarse con la audiencia en un castellano más que aceptable, a pesar de que en esta ocasión dió la sensación de no estar en su mejor momento de forma vocal.

Así fueron desgranando temas de todos sus trabajos, centrándose más en presentar su reciente Aqua (que para eso venían), pero sin olvidar clásicos de la banda como el ya mencionado “Angels cry”, “Lisbon”, “Nothing to say” (uno de los más coreados por la gente) o el tema quizá bandera de los cariocas y que no puede faltar en ningún concierto suyo “Carry on”, donde Edu sufrió, quizá más de la cuenta, para llegar a los tonos agudos de la canción.

Tampoco faltaron temas más recientes, pero que poco a poco se van convirtiendo en fijos como “Nova era”, “Rebirth”, “Heroes of sand” o “The voice commanding you” donde para sorpresa de todos los presentes se hizo cargo de la voz Rafael Bittencourt, que junto con Kiko Loureiro nos ofrecieron, una vez más, toda una exhibición a las 6 cuerdas y tema tras tema, nos deleitaron con sus riffs, sus solos y sus guitarras dobles demostrando que son una de las “parejas guitarreras” con más feeling y más maestría que existen a día de hoy en este negocio.

Un poco en un segundo plano estuvieron Felipe Andreoli al bajo y el “regresado” Ricardo Confessori tras los tambores, mostrándose el primero más tímido sobre el escenario, pero siempre en su lugar en cuanto a ejecución de los temas. Confessori se mostró contundente durante todo el concierto, incluido durante su solo (que para mí sobró), y ofreció junto con Felipe una base rítmica ideal para el desarrollo instrumental de todos los temas.

Para terminar y después de un breve descanso, no podía faltar el homenaje al desaparecido Ronnie James Dio. En esta ocasión en forma de versión del mítico “Heaven & Hell”, donde se intercambiaron los instrumentos y donde Bittencourt se hizo una vez más cargo de las voces para ofrecernos una versión del tema “made in ANGRA”, que dejó un buen sabor de boca entre el respetable.

Destacar una vez más la gran actitud de los 5 músicos, tanto arriba del escenario como poco después de terminar el show, bajándose a la sala a hacerse fotos con la gente que allí nos quedamos, dejando de la lado esa postura de “rock star” que no pocas bandas tienen, cuando en la mayoría de los casos no llegan a estos 5 fenómenos ni a la altura de los zapatos y mostrando una humildad y una cercanía dignas de alabar.

Para terminar quiero agradecer a la organización del evento que, después de comprar las entradas por internet (cosa ya habitual, aunque no nos terminemos de acostumbrar), el día del concierto las canjearon por las tradicionales entradas de taco, tan apreciadas por gente como yo que acostumbramos a guardar todas y cada una de las entradas que compramos. Y todo ello sin cobrarnos ni un euro de gastos de distribución. Más de uno debería aprender.

  Texto: pelos Fotos: marciaaaaal