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FESTIVAL POWER OF METAL, AMSTERDAM (18 MARZO 2011)

Para Ámsterdam nos fuimos mis compañeros y yo para asistir a uno de los conciertos más esperados por nosotros y aparte pasar unos días en esa maravillosa “ciudad del vicio”. Fue curioso, pero pudimos comprobar que no éramos los únicos “orcos españoles” que asistían al evento, lo cual fue muy grato.

Los grupos participantes en la gira Europea del “Power of Metal” (con también una única parada en España, concretamente en Barcelona) eran cinco grandes y variados grupos: Thaurorod, Mercenary, Psychotic Waltz, Nevermore y Symphony X. El cartel prometía al completo, en gran medida gracias a la calidad más que renombrada de los dos últimos, pero personalmente tenía muchas ganas de ver a uno de los grupos pioneros en esto que se hace llamar metal progresivo, ni más ni menos que los americanos Psychotic Waltz.

Debido a una mala planificación del tiempo, llegamos a la sala “Melkweg” cuando estaban empezando su concierto el segundo grupo, MERCENARY. Particularmente, me jodió no haber podido ver a THAUROROD, un grupo que con sólo un disco ha calado hondo en el panorama metalero, pero que se le va a hacer. Habrá más ocasiones, seguro.

En cuanto a MERCENARY, tocaron unos 45 minutos (la puntualidad fue increíble en todo el evento, cosa que se agradecía debido a la cantidad de grupos), con un sonido más que aceptable (fue el gran problema a lo largo de la noche). Se dedicaron principalmente a repasar temas de su último trabajo Metalmorphosis (4 canciones) y se les vio muy motivados en todo momento. Destacar la guitarra solista de Martín Buus y por poner un pero, pero no a ellos, sino al técnico de sonido, que la voz de Rene Pedersen se oyó bastante baja durante todo el show.

Setlist (45 minutos): Into the Sea of Dark Desires; World Hate Center; The Endless Fall; Through the Eyes of the Devil; In a River of Darkness; In Bloodred Shades; The Follower y Firesoul.

Tras unos 20 minutos de espera, salían a escena los que para mi y los que me acompañaban iban a ser los grandes triunfadores de la noche, PSYCHOTIC WALTZ y eso que no pegaban mucho con el resto de grupos, en una onda más progresiva y menos power. Venían de tapado, sin hacer ruido y sin repertorio nuevo (llevan sin sacar nada nuevo desde el 2004) en una gira de “reunión”, que espero y deseo les anime a hacer cosas nuevas y seguir en la brecha.

Desde el primer momento se vio que iba a ser su noche, presentando desde el inicio la mejor actitud de todos, seguramente fruto de las ansias de directo (su último concierto fue allá por el 2004), a lo que se sumó el mejor sonido de la noche. De hecho puedo asegurar que los 45 minutos de soberbio metal progresivo a la antigua usanza que ofrecieron, supieron a muy poco y que la gente se quedó con ganas de más, mucho más. Sólo, por motivos de agenda, se les privó de contentar a los asistentes, que ya casi llenaban la sala, sorprendidos, al acabar.

Concierto original el de este particular quinteto, comandados por “el loco” de Buddy Lackey a las voces, que no paró de hacer extraños gestos, como si de una obra de teatro se tratase y que se dedicó simplemente a cantar, sin perdidas de tiempo. Curioso también, por tener en sus filas a Brian McAlpin a las guitarras, magnífico músico que permanece en silla de ruedas desde su juventud, lo que no le impide tocar como los ángeles. Agradable grupo para disfrutar en directo debido a una música “sicótica”, oscura y con intensos cambios de ritmo que crea una atmósfera que envuelve e hipnotiza irremisiblemente al que los escucha. En resumen, conciertazo de los americanos que además gozaron del mejor sonido de la noche y que me “obligo” comprar toda su discografía al completo (4 discos) en el merchandising. Es lo que tiene ser un “ansiao” y que te guste algo hasta las trancas. Además, buenos tipos, que no tenían ningún reparo en hacerse fotos o echarse un cigarro con quien estuviese por allí. MAGNÍFICOS!!!.

Setlist (45 minutos): Ashes; Spiral Tower; Haze One; Halo of Thorns; Into the Everflow; Cold; Morbid; Nothing y I of the Storm.

Después de otro breve descanso, que aprovechamos para hidratarnos con cerveza del país, que allí está tan rica pero aquí no sabe a nada, empezaron su actuación NEVERMORE, uno de los “cabezas” de esta noche y de los que tenía muy buenas referencias y muchas ganas de ver en directo después de su increíble The Obsidian Conspiracy del 2010. Y la verdad es que se marcaron una actuación bastante buena, que hizo emanar de los asistentes algún que otro “pogo” de esos que cuando terminas te quieres sentar.

Y es que los Warrel Dane, Jeff Loomis y compañía interpretaron un directo que no puedo calificar de descomunal únicamente por el sonido que les acompañó durante buena parte del concierto. A los susodichos les acompañaba una de las gratas sorpresas de la noche, la guapísima Dagna Barrera al bajo (recordaros que el bajista original, Jim Shepard ha tenido que ser intervenido de urgencia de un tumor cerebral), que rápidamente disipó uno de mis miedos: que no hubiera tenido tiempo suficiente para ensayar el repertorio, haciendo que la base rítmica se viese tocada. Pero tengo que decir que eso no ocurrió y además aportó ese toque exótico a un grupo tan cañero como NEVERMORE.

En cuanto a la actuación, destacar a Dane, que se comió el escenario con su carisma y su buen hacer y la labor solista de Loomis, al que vi un pelín parado. Como ya he comentado, la base rítmica con Barrera y Van Willians fue de enmarcar. Se encargaron de dar un buen repaso a los principales temas e su último disco y a grandes clásicos de la banda (que ya cuenta con unos cuantos después de una dilatada carrera).

Muy buen concierto, el que dieron este magnífico quinteto, repleto de energía y buen hacer. De lo mejor (si no lo mejor) de la noche.

Setlist (1 hora): Inside Four Walls; The Termination Proclamation; Your Poison Throne; Born; The Heart Collector; Emptiness Unobstructed; The River Dragon has Come; This Godless Endeavor; Narcosynthesis; Enemies of Reality y The Obsidian Conspiracy.

Así nos fuimos a otros veinte minutitos de descanso entre cambio y cambio de escenario (mejor dicho de instrumentos), que volvimos a aprovechar para echarnos unas “Jainekens”, satisfacer necesidades fisiológicas e intercambiar opiniones con algún que otro asistente (es curioso cómo cambia a veces el punto de vista de las cosas), para inmediatamente volver a una abarrotada pista deseosa de ver a los impresionantes americanos SYMPHONY X. Y es que había muchas ganas de ver a esta magnífica banda, que esa noche pusieron mucha calidad y muchas ganas, pero que se vieron sorprendidos por un sonido (al menos durante las primeras 3 ó 4 canciones) bastante malo. Y es que aún no me explico como a un grupo cabeza de cartel del carisma y la calidad de los americanos le puede llegar a ocurrir esto. Durante las primeras canciones mis colegas y yo nos dedicamos a movernos de un lado a otro de la sala para ver si se trataba de algo posicional, pero no hubo manera. Con el paso de las canciones el sonido fue mejorando, pero no llegó a ser el de Nevermore o incluso Psychotic Waltz, lo cual desmejoró mucho la labor de los músicos, que dicho con toda sinceridad se marcaron un concierto lleno de ganas, actitud y energía. Y es que individual y colectivamente forman un supergrupo con calidad para dar y tomar. En SYMPHONY nos encontramos a Russell Allen, un tipo muy expresivo, un monstruo de la escena poseedor de una voz increíble y que además siempre da todo en directo; a Michael Romeo, un Dios de la guitarra con una manera de tocar única y maravillosa (al que le recomendaría perder unos quince kilos de peso. Está como el tenazas, el tío); una base rítmica con Michael Lepond y Jason Rullo que te machaca como una apisonadora y un magnífico Michael Pinnella a los teclados que aporta esos teclados “con sentido”, claros, y envolventes que ayudan mucho a dar cuerpo a las canciones.

Musicalmente, interpretaron una mezcla de clásicos de su ya dilatada carrera, junto con un par de canciones nuevas, que aparecerán en su nuevo disco (Iconoclast) que según confirmó el propio Allen, verá la luz el próximo 17 de junio. El concierto se me hizo corto, muy corto, de hecho creo que se quedaron sin tiempo y tuvieron que acortar, porque sino no me lo explico. Y para mi gusto podían haber prescindido de alguna de las nuevas canciones (que sin ser malas, son nuevas y desconocidas) para haber introducido algún clásico más de todos los que tienen. Eso sí, con temas como Inferno (Unleash the Fire), The Serpent Kiss, Evolution (the Grand Design) o Domination, a poco que se les dé bien, a-lu-ci-nas. Y eso es lo que nos pasa, que estamos tan hipnotizados con este grupo, que a poco que hagan… Aún así, como resumen final, decir que fue una pequeña decepción, pero no por ellos, que se lo dejan todo en la tabla, sino más por factores externos (mal sonido principalmente) que de haber sido de otra manera seguramente hubieran hecho de este un concierto memorable. Que se le va a hacer, otra vez será.

Setlist (1 hora?): Of Sins and Shadows; Domination; Serpent Kiss; End of Innocence (nueva); Paradise Lost; Inferno (Unleash the Fire); Evolution (the Grand Design); Dehumanized (nueva); Set the World on Fire (the Lie of Lies) y Smoke and Mirrors

Texto y fotos: Marciaaaaal.

Inestimable colaboración y apoyo logístico: Puri, Geles, Pablo y Kikecríticas (Os quiero!!!).