Después de la última experiencia que vivimos con la coincidencia de partido importante-concierto, las expectativas para esta triple presentación programada para la tarde-noche del 23 de junio con SOMBRAS DEL DESTINO, OKER y ZARPA no eran muy buenas, pero finalmente y para nuestra sorpresa (agradable desde luego) nos acercamos hasta la sala Ritmo y Compás un buen número de seguidores de estas tres bandas.
El cartel, a priori, prometía una buena dosis de heavy metal, con los “noveles” SOMBRAS DEL DESTINO y OKER además de los más que veteranos y curtidos en mil batallas ZARPA. Y desde luego que la tuvimos… y de las buenas.
SOMBRAS DEL DESTINO tomaban el escenario a las 21.00 horas en punto y desde el primer al último tema nos ofrecieron un concierto del heavy más tradicional, con algunos toques power, sin concesiones y que nos dejó más que satisfechos.
La pena fue el sonido que tuvieron a lo largo de su actuación, que nos privó de disfrutar 100 % del buen hacer de los jienenses, desde ya, una promesa muy a tener en cuenta de cara al futuro del heavy metal estatal.
Capitaneados por Ángel Ruiz a la voz y Víctor de la Chica a la guitarra y empujados desde el fondo del escenario por un más que contundente Alberto Fuentes a la batería, además de la labor más sobria de Carlos Fuentes a la otra guitarra y Francisco Roa al bajo, SOMBRAS DEL DESTINO atacaron sin piedad todos los temas de su corto set list (qué pena que no dispusieran de más tiempo).
Así tocaron “Oro negro”, “Hijos de la noche”, la conocida “Quebrantahuesos” y la coreadísima “Sucio trovador” de su disco debut Quebrantahuesos, además de “Nocturnidad” de su anterior ep Flujo de poder, además de hacer un pequeño guiño al tema de GRAVE DIGGER “Heavy Metal breakdown” en mitad de “Flujo de poder” que fue el final de su actuación.
Esperamos poder volverlos a ver pronto por la capital, con buen sonido y con su set list completo.
Poco después de acabar su concierto los jienenses SOMBRAS DEL DESTINO, la gente fue ocupando su espacio en la sala, rellenando los huecos vacíos que habían acompañado a los andaluces y que se vieron en gran medida rellenados por los numerosos (y jóvenes) seguidores de OKER. Poco después y con una sala ocupada en unos tres cuartos de aforo salían a escena la joven banda madrileña para continuar con esta buena noche de heavy metal nacional. Desde el principio se notó la energía y las ganas de agradar de los madrileños, que además ibaN a gozar de un excelente sonido, lo cual ayudó muy mucho a convertir la actuación en una auténtica fiesta para todos sus seguidores.
En la casi hora y media de la que disfrutarían, el grupo dio un repaso a “casi” la totalidad de las canciones que actualmente tienen publicadas, incluyendo su EP debut, Dale caña y su primer disco larga duración Burlando a la muerte, y digo casi entre comillas porque interpretaron todos los temas de ambos trabajos excepto “La llamada del destino” perteneciente a su EP, en lo que pareció un concierto homenaje a OKER. Aparte de su completo set list, el grupo estuvo siempre arropado por sus jóvenes seguidores, que no dejaron de animar a la banda ni de corear una tras otra todas las canciones.
Uno tras otro fueron apareciendo auténticos himnos de la banda, que ya cuentan con el beneplácito total de sus fieles fans y que sonaron bastante bien en directo como “Dale caña”, “La hora de actuar”, “El traidor”, “Burlando a la muerte”, “Luchar es tu fe”, etcétera…
Aquí quiero hacer mención especial a la gran labor como frontwoman y al tremendo chorro de voz que tiene la guapa y menuda cantante, Carmen “Xina”, que empezó como un auténtico tornado y que únicamente flojeó al final del concierto, cuando ya la duración de éste excedía con mucho la hora de actuación y las cuerdas vocales empezaron a resentírsele. En cuanto al resto de componentes: Juanky al bajo, José a la batería, Álvaro “Destroyer” a la guitarra y Lolo a la segunda guitarra, la verdad es que tuvieron una aceptable noche, aunque creo que aún les hace falta ganar en experiencia sobre el escenario para dar ese paso adelante que, creo, la banda aún necesita. Aun así, tanto Álvaro a la guitarra como José a la batería gozaron de sus minutos de gloria personal con sendos solos, que aunque no fueron nada del otro mundo sí que resultaron entretenidos y gratificantes para los allí presentes.
Siguiendo con la actuación, fueron tocando una tras otra “Héroe perdido”, “Voy a marcharme” (con sólo de guitarra de Álvaro, que tuvo todo el apoyo de los asistentes), “Yo mismo”, “Quiero Rock” (con solo de batería de José), la crítica “Carroñeros del Rock” en la cual el grupo contó con la colaboración del prolífico Javier Endara, cantante de los también metaleros madrileños WILD, “Joven rockero”, el himno de la banda “Oker”, durante el cual Carmen presentó al resto de sus compañeros y después del cual se tomaron un breve descanso para poco después volver a las tablas e interpretar las últimas dos canciones del set list, “Rompe la noche” y “Rebeldes de acero”, tras la cual OKER dio por terminado este buen concierto de heavy metal, que sin duda dejaría más que satisfechos a los numerosos seguidores que acompañaron al grupo y que en gran medida abandonaron la sala una vez la banda terminó su actuación. Una pena por ellos, ya que se perdieron un gran concierto de una banda que sí rebosa experiencia por todos los poros, que tiene tablas para regalar y que, aunque más que veterana, demostró con carácter, profesionalidad y talento de qué va esto del Heavy Metal con mayúsculas.
A la hora de las brujas saltaba al escenario la veterana banda de Mislata ZARPA, protagonista absoluta de la noche. Su concierto se basó en un acertado repaso a sus clásicos junto a otros temas de nueva factura.
Arrancaron con “Máquinas” tema de su disco de retorno en el año 2002, Luchadores de la paz. El sonido no era el deseable, pero aún así la banda se mostraba desde el inicio con unas ganas y una actitud con la que podrían solventar cualquier inconveniente.
Siguieron con “Ángeles negros, demonios blancos” y “¿Quién eres tú?, donde Vicente Feijóo y Rafa Játiva nos daban una gran muestra de la compenetración que hay entre sus guitarras.
En “Los ojos del mundo” pudimos disfrutar de los malabarismos con las baquetas de ese monstruo de los timbales que es Bienve Godoy. Tras ello dieron rienda suelta al virtuosismo con la instrumental “J. S. Bach”, simple y llanamente espectacular.
Uno de los mejores temas de la noche fue, para el que suscribe, “La zarpa y el sable”. Esta canción es un homenaje al mágico momento en que Vicente Feijóo y Rafa Játiva se conocieron, hace 17 años, en un autobús. En ese momento se gestó la unión de ZARPA y de SABLE, el mítico grupo de Játiva, donde también militó Bienve Godoy durante algún tiempo.
DIO volvió a recibir su merecido recuerdo, esta vez con “El duende se fue”, para continuar con “Rescátame” (de su sensacional último trabajo), “Babilonia la ramera” y su particular homenaje a “Las chicas del rock”.
La brutal base rítmica de “Ojo por ojo”, de su histórico Herederos de un imperio, nos dejó con la boca abierta, sumándose unas dobles guitarras por parte de Vicente y Rafa para dejar bien claro el altísimo nivel del combo valenciano.
Llegaba el momento de otro clásico “Voces en el universo”, con un tremendo Vicente Romero al bajo. La verdad es que este músico merece una mención especial gracias a su incansable trabajo durante toda la noche, apoyando continuamente con sus coros, así como cantando los estribillos en muchas de las canciones. Por otro lado su dominio del bajo, unido a la contundencia de Bienve Godoy, sirve como sólida base para el sonido de la banda. Un diez.
Nuevo momento para el virtuosismo con la instrumental “Viena”, con Rafa deleitándonos y deleitándose con su guitarra, para continuar con otro de los momentos álgidos de la noche, “Luchadores de la paz”. A estas alturas, el nivel de admiración que siento desde hace más de 30 años por ZARPA ya se había desbordado sin control.
El público participó en “Fantasía”, que dio paso a la dura “Los defensores del Rock” y la declaración de intenciones que es “Esto es Heavy Metal”.
Para el, por desgracia, inevitable fin de fiesta no podía faltar su himno por excelencia, “Herederos de un imperio”, que puso broche final al impresionante concierto de una de las bandas más grandes que ha dado el Heavy Metal cantado en castellano.
Más de 30 años de carrera, un legado discográfico de un valor incalculable que no se les ha sabido reconocer en su justa medida y, sobre todo, un gran futuro por delante. Eso es ZARPA.
Texto: pelos, Marciaaaal y Alberto Yayo.
Fotos: pelos y Marciaaaaal.