GRAVE DIGGER + ORDEN OGAN

Sala Caracol 16/04/2011

Regresaban los germanos GRAVE DIGGER a Madrid, esta vez acompañados por sus compatriotas ORDEN OGAN.

Estos se encargaron de abrir el concierto con su Power Metal endurecido, dando un pequeño repaso a sus dos últimos discos: Vale y Easton hope. Fueron cayendo temas como “To new shores of sandes”, “Farewell”, “Welcome liberty” o “Easton hope”, con una puesta en escena contundente y unos ritmos realmente duros, que contrastaban con la melódica voz de Seeb.

Para el solo de “We are pirates”, Seeb y el otro guitarrista, Tobi, se bajaron a tocar entre el público asistente, que recibió dicho gesto con mucho agrado.

Para finalizar se guardaron  “Angels war”, el único tema de su primer LP Testimonium A.D. Concierto realmente interesante de una banda que suena en directo mucho más dura que en estudio, y que dejó al personal a punto de caramelo para recibir a los protagonistas de la noche.

Tras una no muy larga espera aparecía en escena H.P. Katzenburg armado con su guadaña. Tras recorrer lentamente el escenario amenazando a los presentes, tomó posición en sus teclados para dar comienzo a la fiesta.

La primera parte del extenso set list se basó es sus dos discos sobre la historia de Escocia: Tunes of war y su reciente The clans will rise again. Así fueron cayendo una tras otra, casi sin descanso, “”Paid in blood”, “The dark of the sun” (coreada con entusiasmo por el personal), “Hammer of the scots” y “The Bruce”. En esta última, el guitarrista Axel Ritt portó una guitarra de doble mástil.

“The ballad of Mary” rompió un poco el ritmo alcanzado, que se recuperó con las gaitas iniciales de “Highland farewell” y la posterior “Killing time”.

Para finalizar la primera parte del set atacaron “Whom the gods love die young”, que de nuevo hizo bajar el ritmo, y la celebradísima “Rebellion”, con un pletórico Chris Boltendahl como maestro de ceremonias y un buen solo de Axel Ritt.

Breve descanso y vuelta al escenario para repasar ahora su propia historia. De nuevo aparece solo en escena H.P. Katzenburg, para en esta ocasión dejar colgando una amenazadora horca sobre nuestras cabezas.

El resto del grupo salió en tromba con “Ballad of a hangman” y otra de las más esperadas de la noche, “Morgane le Fay”, en la que Stefan Arnold y Jens Becker dejaron constancia de su contundencia y compenetración en la base rítmica.

Un medley con tres temas imprescindibles: “Twiligth of the gods”, “Circle of witches” y “The grave dancer”, dejó ver a un Chris Boltendahl en muy buena forma y entusiasmado con la respuesta de su público, con el que se mostró, como siempre, muy cercano durante toda la noche.

Continuaron con “The last supper”, la feroz “Excalibur” y “Knights of the cross”, que elevaron la temperatura de la sala al máximo.

La recta final se inició con la clásica “Yesterday”, donde Axel Ritt dejó uno de sus mejores solos de la noche. La verdad es que no se trata de un guitarrista espectacular, pero cumplió con la difícil labor de sustituir a dos monstruos como son Uwe Lulis o Manni Schmidt.

Se despidieron con “The round table” y su himno por excelencia, “Heavy Metal breakdown”.

Buen concierto de los alemanes, que siguen cumpliendo con gran profesionalidad cada vez que vienen a visitarnos.

Texto: Alberto Yayo
Fotos: Marciaaaaal

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